Por qué Seúl debe liderar un giro activo del mando operativo en guerra

Un desafío para la alianza tradicional

En octubre de 2025, think tanks y académicos de Corea del Sur se reunieron en Seúl para debatir el futuro de la alianza con Estados Unidos. Durante el foro organizado por la Academia Choi Jong-hyun, Kim Jeong-seop y Jeon Jae-sung destacaron que el antiguo enfoque pasivo de recuperar la soberanía debe dar paso a un traspaso activamente liderado por Seúl. Esta propuesta busca convertir el mando operativo en guerra en una oportunidad estratégica, no solo en un símbolo de autonomía.

Voces clave y matices prácticos

El análisis incluyó advertencias sobre los riesgos de aferrarse al sistema combinado actual y la necesidad de mantener una presencia mínima de tropas estadounidenses. El ex ministro Hong Yong-pyo subrayó que el diálogo con Corea del Norte debe servir como medio, no como fin, y que cualquier estrategia debe fundarse en realismo. Por su parte, el profesor Pak Jong-hee propuso ampliar el paquete de disuasión integrando palancas económicas con China y cooperación condicionada con Pyongyang.

Debates en blogs y redes sociales

En Naver y Tistory, los blogs muestran posiciones encontradas: algunos destacan el coste inicial estimado entre 21 y 35 billones de won y advierten del impacto presupuestario, mientras que otros celebran el orgullo nacional de asumir el control. En foros de Daum, el 76 % de los internautas apoya acelerar la transición, aunque hay quienes temen que adelantarla suponga debilitar la garantía estadounidense. Comentarios como ¡por fin gobernamos nuestro destino militar! conviven con reflexiones cautas sobre la preparación del ejército.

Contexto cultural y relevancia global

Para entender esta urgencia, conviene conocer el valor coreano de adaptabilidad estratégica, reflejado en la idea de transformar crisis en ventajas. Corea transitó de la vulnerabilidad histórica a liderar sectores tecnológicos, y ahora busca lo mismo en seguridad. Para lectores internacionales, es fascinante ver cómo un país que exporta K-pop y cine, también redefine su alianza militar con creatividad y determinación.