Grupo mafioso 'Jinseong-pa' desmantelado: cuando matones de instituto se convierten en yakuza coreana

Jul 18, 2025
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Grupo mafioso 'Jinseong-pa' desmantelado: cuando matones de instituto se convierten en yakuza coreana

El ascenso y caída del sindicato criminal más organizado de Seúl

¿Sabían que algunos de los gángsters más notorios de Corea comenzaron como matones de instituto? El reciente arresto de 39 miembros del grupo criminal organizado 'Jinseong-pa' ha conmocionado a los residentes de Seúl y revelado los métodos sofisticados que las pandillas coreanas modernas utilizan para reclutar y entrenar nuevos miembros.

El 17 de julio de 2025, la Unidad de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Seúl anunció el arresto de 39 miembros de Jinseong-pa bajo la Ley de Castigo de Violencia, con 9 miembros centrales incluyendo al líder de acción siendo detenidos. Esto marca la primera vez que la policía coreana ha aplicado exitosamente el Artículo 4 de la Ley de Violencia (organización y actividades de grupos) a este sindicato particular, demostrando la estructura altamente organizada del grupo.

La pandilla Jinseong-pa operaba con precisión militar, manteniendo dormitorios en el distrito de Geumcheon de Seúl donde los nuevos reclutas vivían juntos mientras aprendían la jerarquía y métodos criminales de la organización. Lo que hace este caso particularmente intrigante es cómo reclutaron sistemáticamente exatletas, especialmente boxeadores y judocas, junto con líderes de pandillas de instituto, prometiéndoles oportunidades lucrativas.

De peleas en el patio escolar a operaciones criminales sofisticadas

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Los orígenes de Jinseong-pa se remontan a 1983 cuando estudiantes de las mismas escuelas secundarias y preparatorias formaron lo que inicialmente parecía ser un simple círculo violento. Sin embargo, a lo largo de cuatro décadas, este grupo evolucionó hacia una de las organizaciones criminales más sofisticadas de Seúl, ganando particular fuerza en la década de 2000 cuando establecieron control territorial sobre los distritos del suroeste de Seúl.

Lo que distingue a Jinseong-pa de las pandillas coreanas tradicionales es su estrategia de reclutamiento. El líder de acción 'A' (de 40 años) se dirigió específicamente a exatletas de deportes de combate y 'matones' de instituto entre octubre de 2018 y diciembre de 2024, convenciendo a 20 individuos de unirse con promesas de dinero fácil. Estos reclutas no eran delincuentes callejeros aleatorios: eran individuos cuidadosamente seleccionados con capacidades físicas y experiencia de liderazgo de sus días escolares.

La evolución de la pandilla refleja cambios más amplios en el crimen organizado coreano. A diferencia de las generaciones anteriores de gángsters que se basaban principalmente en intimidación y extorsión, Jinseong-pa desarrolló lo que la policía describe como 'organizaciones de proyecto': pequeños equipos compuestos por un ejecutivo y 3-5 miembros que se especializaban en actividades ilegales específicas incluyendo sitios de apuestas en línea, lavado de dinero y distribución ilegal de tarjetas SIM.

El sistema de dormitorios: campo de entrenamiento para gángsters modernos

Quizás el aspecto más impactante de las operaciones de Jinseong-pa era su sofisticado sistema de entrenamiento. Los nuevos reclutas debían vivir en dormitorios comunales donde aprendían más de 20 'códigos de conducta' que gobernaban cada aspecto de sus vidas criminales. Estos no eran reglas simples: eran pautas comprensivas que cubrían desde cómo dirigirse a miembros senior hasta técnicas para evitar investigaciones policiales.

Los códigos de conducta incluían requisitos perturbadores como: 'Los comandos de los superiores de la organización deben ser seguidos incondicionalmente, y el incumplimiento resulta en golpes con bates de béisbol o tubos de acero', y 'Portar cuchillos o tubos de acero como armas en preparación para conflictos con otras organizaciones'. Los miembros que violaban estos códigos enfrentaban castigo físico severo, y aquellos que intentaban dejar la organización eran amenazados con represalias.

El entrenamiento iba más allá de memorizar reglas. La policía descubrió que los reclutas practicaban técnicas de armas apuñalando repetidamente botellas de agua de 20 litros con cuchillos en un lote vacío cerca de su dormitorio. Esto no era violencia casual: era preparación sistemática para actividades criminales serias. El grupo también mantenía un 'equipo de ataque de emergencia' equipado con armas, extintores y bates de béisbol, listo para enfrentar confrontaciones físicas con organizaciones rivales.

Empresa criminal moderna: más allá de las actividades tradicionales de pandillas

Lo que hace a Jinseong-pa particularmente notable es cómo adaptaron métodos tradicionales de crimen organizado a oportunidades digitales modernas. Mientras mantenían elementos clásicos de pandillas como control territorial y aplicación violenta, simultáneamente operaban empresas criminales en línea sofisticadas.

La organización generaba ingresos a través de múltiples flujos: los miembros debían pagar cuotas mensuales que variaban desde 200,000 a 1 millón de won (aproximadamente $150-750 USD), las cuales financiaban operaciones de dormitorios, dinero de protección y honorarios legales para miembros arrestados. Sin embargo, sus ingresos principales provenían de sus 'organizaciones de proyecto' que operaban sitios web de apuestas ilegales, facilitaban prostitución a través de plataformas en línea, conducían fraude de inversiones y distribuían tarjetas SIM ilegales.

Las investigaciones policiales revelaron que Jinseong-pa usaba aplicaciones de mensajería encriptadas con funciones de auto-eliminación para evitar detección, demostrando un nivel de sofisticación tecnológica que los distingue de organizaciones criminales coreanas tradicionales. Esta combinación de estructura jerárquica de la vieja escuela con métodos modernos de crimen digital representa una nueva evolución en el crimen organizado coreano que las autoridades aún están aprendiendo a combatir.

Impacto comunitario y preocupaciones de seguridad pública

El arresto de los miembros de Jinseong-pa tiene implicaciones significativas para la seguridad pública en los distritos del suroeste de Seúl. Durante años, los residentes del distrito de Geumcheon y áreas cercanas vivieron sin saberlo en proximidad a operaciones criminales sofisticadas que incluían entrenamiento con armas y actividades de aplicación violenta.

Las comunidades en línea coreanas han expresado reacciones mixtas a los arrestos. En foros populares como Naver y Daum, muchos usuarios elogiaron los esfuerzos policiales mientras expresaban preocupación sobre qué tan fácilmente los jóvenes pueden ser reclutados en el crimen organizado. Los comentarios mencionan frecuentemente la naturaleza sofisticada de los métodos de reclutamiento de la organización, con muchos notando cómo las promesas de dinero fácil podrían atraer a jóvenes en dificultades.

El caso también ha despertado discusiones sobre la efectividad del marco legal actual de Corea para lidiar con el crimen organizado moderno. El Líder del Equipo Detective Bae Eun-cheol notó que aplicar leyes relacionadas con violencia a grupos que principalmente se involucran en crímenes económicos es 'desafiante' porque requiere probar orden jerárquico estricto, sistemas de comunicación, base territorial y obediencia absoluta. Esta complejidad legal explica por qué muchas organizaciones similares han evitado previamente el procesamiento bajo estatutos de crimen organizado.

Respuesta de las autoridades e implicaciones futuras

El procesamiento exitoso de Jinseong-pa por parte de la Policía Metropolitana de Seúl bajo el Artículo 4 de la Ley de Violencia representa un avance significativo en el enfoque de las autoridades coreanas hacia el crimen organizado moderno. La investigación, que comenzó en octubre de 2023 cuando la policía descubrió el dormitorio del grupo mientras rastreaba sospechosos que ayudaron a un perpetrador de robo a escapar, demuestra la importancia de la investigación persistente en descubrir redes criminales sofisticadas.

El Detective Líder de Equipo Bae enfatizó que este caso sirve como plantilla para futuras investigaciones: 'Mientras los jóvenes puedan tener curiosidad o fantasías sobre organizaciones de pandillas, la realidad es que inevitablemente serán arrestados, y el final es trágico'. La policía ha anunciado planes para intensificar su represión contra grupos de crimen organizado, particularmente aquellos que reclutan jóvenes o expanden sus operaciones a través de crímenes económicos.

El caso Jinseong-pa también destaca la dimensión internacional del crimen organizado coreano moderno. Dos miembros de la organización huyeron al Sudeste Asiático para evitar el arresto, y la policía continúa esfuerzos para traerlos de vuelta a Corea para procesamiento. Este aspecto internacional sugiere que futuros esfuerzos anti-crimen organizado requerirán cooperación mejorada entre las autoridades coreanas y socios internacionales.

Mientras la sociedad coreana continúa modernizándose y digitalizándose, el caso Jinseong-pa proporciona perspectivas cruciales sobre cómo el crimen organizado tradicional se adapta a nuevas oportunidades y desafíos. La combinación de intimidación física, métodos sofisticados de reclutamiento y empresas criminales digitales representa un nuevo paradigma que agencias de aplicación de la ley en todo el mundo están estudiando mientras desarrollan estrategias para combatir el crimen organizado del siglo XXI.

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