Corea del Sur vence a Irak y asegura su 11ª clasificación consecutiva al Mundial: Una noche histórica en Basora

Una victoria que marca época: Corea del Sur brilla en Basora

¿Sabías que Corea del Sur acaba de hacer historia en el fútbol asiático? El 6 de junio de 2025, los Guerreros Taeguk viajaron a Basora y vencieron a Irak 2-0 en un duelo clave de la tercera ronda de las eliminatorias asiáticas rumbo al Mundial de Norteamérica 2026. Este triunfo no solo les otorgó el pase directo a la máxima cita del fútbol, sino que también extendió su racha a 11 clasificaciones consecutivas, una hazaña que solo potencias como Brasil, Alemania o Argentina han logrado superar. El ambiente en el Estadio Internacional de Basora era electrizante, con la afición iraquí presionando desde las gradas y la tensión palpable en cada jugada.

Momentos clave: expulsión, cambios y goles decisivos

El partido cambió por completo en el minuto 26, cuando Ali Al-Hamadi de Irak fue expulsado tras una dura entrada sobre Cho Yu-min. La jugada, revisada por el VAR, dejó a los locales con 10 y abrió la puerta para que Corea del Sur tomara el control. Aunque la primera parte fue cerrada y tensa, el técnico Hong Myung-bo movió el banquillo en el descanso: Kim Jin-gyu y Oh Hyeon-gyu entraron para revolucionar el ataque. Kim abrió la cuenta en el 63 tras una asistencia de Lee Kang-in, mientras que Oh sentenció el partido en el 82, culminando una gran jugada colectiva. La posesión (76% para Corea) y las ocasiones reflejaron la superioridad surcoreana.

Sin Son Heung-min, pero con nuevos héroes: la profundidad coreana

Lo más impresionante de esta victoria fue que Corea del Sur jugó sin su capitán y estrella, Son Heung-min, lesionado en el pie, ni el defensor Kim Min-jae. Aun así, la selección mostró una plantilla profunda y versátil. Lee Kang-in, figura del PSG, manejó el ritmo en el medio, mientras que los suplentes respondieron con goles y energía. La prensa y los aficionados elogiaron la capacidad de Hong Myung-bo para reinventar el equipo y la madurez de los jóvenes, que no se achicaron ante la presión de un estadio hostil. Esta nueva generación promete mantener a Corea en la élite asiática.

Reacciones en las comunidades coreanas: orgullo, memes y debates

Las redes y foros coreanos explotaron tras el pitazo final. En DC Inside, los hinchas celebraron el fin de una racha de empates y la aparición de nuevos ídolos: comentarios como '¡Por fin Kim Jin-gyu marca!' o 'Oh Hyeon-gyu es el futuro' se multiplicaron. En Theqoo y Instiz predominó el orgullo nacional y la alegría por sellar el pase antes del último partido. Sin embargo, en FM Korea y Nate Pann surgieron debates sobre la dependencia de Son y la falta de creatividad en el primer tiempo. Los memes, videos de los goles y análisis tácticos inundaron las plataformas, reflejando la pasión y el nivel de exigencia de la afición coreana.

Contexto cultural: el Mundial y la identidad coreana

Para los coreanos, clasificar al Mundial es mucho más que un logro deportivo: es un símbolo de orgullo y de la transformación nacional. Desde el histórico cuarto puesto en 2002, el fútbol se ha convertido en parte del ADN cultural, con celebraciones masivas en las calles y una afición que nunca deja de alentar. Cada clasificación es una oportunidad para revivir ese espíritu colectivo y para mostrar al mundo la resiliencia y el talento coreano. Este año, la conversación gira en torno al relevo generacional y la emoción de ver a nuevos líderes tomar la posta de leyendas como Son Heung-min.

Perspectiva internacional: así lo vio el mundo

Medios globales como Yonhap, Vietnam News, Enfoque News y Sofascore destacaron la solidez táctica de Corea, la importancia de la expulsión iraquí y la capacidad del equipo para sobreponerse a las bajas. Se subrayó la hegemonía surcoreana en Asia y la expectativa de que esta generación pueda igualar o superar el hito de 2002. En blogs y foros internacionales, se valoró la preparación física y mental del grupo, así como la gestión de Hong Myung-bo, que ha sabido renovar sin perder competitividad.

Lo que viene: el sueño de 2026 y el futuro del fútbol coreano

Con el boleto asegurado, Corea del Sur ya piensa en el Mundial de Norteamérica. Hay ilusión por ver a los nuevos talentos brillar en la élite, pero también nostalgia por la posible despedida de figuras históricas. El debate sobre el once ideal, las tácticas y la preparación ya está en marcha entre los aficionados. La victoria ante Irak ha renovado la esperanza y el orgullo nacional: el fútbol coreano sigue creciendo y el mundo lo está mirando. El camino al Mundial es, para Corea, una historia de identidad, pasión y sueños compartidos.