Corea del Sur: El Comité del Salario Mínimo vuelve a superar el plazo legal con una brecha de 1,390 wones en las propuestas

Jun 30, 2025
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Corea del Sur: El Comité del Salario Mínimo vuelve a superar el plazo legal con una brecha de 1,390 wones en las propuestas

La Batalla Anual por el Salario Mínimo de Corea del Sur: Un Ciclo que se Repite

Una vez más, el Comité del Salario Mínimo de Corea del Sur ha superado el plazo legal establecido para determinar el salario mínimo de 2026, marcando otro año de negociaciones prolongadas entre trabajadores y empleadores. La séptima reunión plenaria, celebrada el 26 de junio en el Complejo Gubernamental de Sejong, evidenció las profundas divisiones que persisten en el mercado laboral surcoreano.

A pesar de que ambas partes presentaron sus segundas enmiendas en un intento de acercar posiciones, la brecha de 1,390 wones por hora entre las propuestas laborales y empresariales sigue siendo considerable. Los trabajadores proponen 11,460 wones por hora (reduciendo ligeramente su demanda inicial de 11,500 wones), mientras que los empleadores ofrecen 10,070 wones por hora, apenas un 0.4% de aumento respecto al salario actual de 10,030 wones.

Esta situación refleja las tensiones estructurales de una economía que busca equilibrar el bienestar de los trabajadores con la sostenibilidad empresarial, especialmente tras los desafíos económicos derivados de la inestabilidad política del invierno pasado.

Las Demandas Laborales: Moderación Estratégica en Tiempos Difíciles

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Los sindicatos surcoreanos han adoptado una postura notablemente más moderada este año comparado con negociaciones anteriores. Su propuesta inicial de 11,500 wones por hora (14.7% de aumento) representa exactamente la mitad del incremento solicitado el año pasado, cuando demandaron un aumento del 28%.

Ryu Ki-sup, Secretario General de la Confederación de Sindicatos de Corea y representante de los trabajadores, explicó que esta moderación refleja una cuidadosa consideración de la situación económica actual. Según sus declaraciones, la severa situación política del invierno pasado provocó una contracción significativa del consumo interno, factor que los sindicatos han incorporado en sus cálculos.

Los representantes laborales argumentan que el costo de vida para las familias que dependen del salario mínimo, especialmente aquellas con múltiples dependientes, supera significativamente el nivel actual de 10,030 wones por hora. Enfatizan que la brecha entre el crecimiento salarial y la inflación ha erosionado el poder adquisitivo real de los trabajadores durante los últimos años, justificando así la necesidad de un ajuste sustancial.

La Posición Empresarial: Cautela Extrema Ante las Presiones Económicas

Del lado empresarial, la propuesta de 10,070 wones por hora representa un cambio mínimo respecto a su posición inicial de congelación total del salario mínimo. Este incremento del 0.4% refleja las enormes presiones financieras que enfrentan las empresas surcoreanas, particularmente las pequeñas y medianas empresas que constituyen la columna vertebral de la economía.

Los empleadores han manifestado consistentemente sus preocupaciones sobre el impacto de aumentos salariales significativos en la viabilidad de los negocios. Argumentan que muchos propietarios de pequeñas empresas y trabajadores autónomos ya luchan por mantener la rentabilidad en un entorno económico desafiante, marcado por la incertidumbre política reciente y las tensiones comerciales globales.

La Federación de Empleadores de Corea ha insistido en que cualquier decisión sobre el salario mínimo debe considerar los sectores empresariales más vulnerables, advirtiendo que aumentos sustanciales podrían forzar el cierre de negocios y la pérdida de empleos, especialmente en sectores intensivos en mano de obra como la restauración y el comercio minorista.

El Contexto Histórico: Un Patrón de Decisiones Tardías

El incumplimiento del plazo legal no es una novedad en el proceso de determinación del salario mínimo surcoreano. Desde la implementación del sistema en 1988, el comité ha cumplido con la fecha límite del 29 de junio solo en nueve ocasiones de 37 años posibles. Esta tendencia subraya la complejidad inherente de equilibrar intereses contrapuestos en una de las economías más dinámicas de Asia.

El salario mínimo de 2025, establecido en 10,030 wones por hora, marcó un hito histórico al ser el primero en superar los 10,000 wones, aunque el aumento del 2.5% fue uno de los más bajos de los últimos años. Esta moderación siguió a años de crecimiento más sustancial, incluyendo aumentos del 5.1% en 2022 y 5.0% en 2023.

Durante el gobierno de Moon Jae-in, los aumentos alcanzaron niveles récord con incrementos del 16.4% en 2018 y 10.9% en 2019, elevando el salario mínimo de 6,470 wones a 8,350 wones en solo dos años. Estas cifras contrastan marcadamente con la moderación actual, reflejando diferentes filosofías económicas entre administraciones progresistas y conservadoras.

Impacto Social y Económico: Más Allá de los Números

La determinación del salario mínimo trasciende las cifras económicas para convertirse en un indicador del modelo social que Corea del Sur desea construir. Los defensores del aumento argumentan que un salario mínimo robusto no solo mejora las condiciones de vida de los trabajadores, sino que también estimula el consumo interno y reduce la desigualdad de ingresos.

Las comunidades en línea surcoreanas, desde Naver hasta diversos foros especializados, reflejan la polarización social en torno a este tema. Mientras los trabajadores expresan frustración por el estancamiento de sus ingresos reales frente al aumento del costo de vida, los pequeños empresarios manifiestan preocupación por su capacidad de absorber costos laborales adicionales.

Los datos del Comité del Salario Mínimo indican que en 2024 el costo de vida aumentó un 7.5%, mientras que el salario mínimo solo creció un 2.5%, evidenciando una erosión del poder adquisitivo. Además, la expansión del rango de inclusión del salario mínimo durante los últimos cinco años ha significado que, aunque nominalmente el salario aumente, el incremento real percibido por los trabajadores sea menor.

Perspectivas Futuras y Resolución Esperada

Con el plazo legal ya superado, el comité continuará las deliberaciones en julio, con una nueva reunión plenaria programada para el 1 de julio. Los observadores de la industria anticipan que la resolución final requerirá la intervención de los miembros de interés público, quienes tradicionalmente desempeñan un papel decisivo cuando trabajadores y empleadores no logran un acuerdo.

Las proyecciones económicas sugieren que el salario mínimo de 2026 se situará entre 10,200 y 10,500 wones por hora, representando un compromiso entre las posiciones extremas. Esta predicción se basa en patrones históricos y la necesidad de equilibrar las demandas sociales con la estabilidad económica.

La resolución de estas negociaciones establecerá precedentes importantes para futuras discusiones salariales y reflejará el enfoque de Corea del Sur para equilibrar el crecimiento económico con la equidad social en un entorno global cada vez más desafiante. El resultado final no solo determinará los ingresos de millones de trabajadores, sino que también enviará señales sobre las prioridades económicas y sociales del país para los próximos años.

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