El 20 de febrero de 2025, el youtuber conocido como Gujeyeok fue sentenciado a 3 años de prisión por extorsionar a la famosa youtuber de mukbang Tzuyang. Este caso ha generado gran controversia en Corea del Sur y ha puesto de manifiesto los peligros del ciberacoso y la extorsión en el mundo digital.

Detalles del caso y sentencia

Gujeyeok, cuyo nombre real es Lee Jun-hee, fue acusado de extorsionar 55 millones de wones (aproximadamente 41,000 dólares) a Tzuyang, amenazando con revelar información sobre su vida privada y supuesta evasión fiscal. El tribunal del distrito de Suwon lo declaró culpable y ordenó su detención inmediata tras el veredicto. La jueza Park I-rang criticó la falta de arrepentimiento de Gujeyeok, señalando que incluso durante el juicio no mostró signos de remordimiento. Además de Gujeyeok, otros youtubers involucrados en el caso también recibieron sentencias: Jujak Gambyeolsa recibió una sentencia suspendida de 1 año con 3 años de libertad condicional, mientras que Karacula y Crocodile recibieron sentencias suspendidas y multas.

Impacto en la comunidad de YouTube coreana

Este caso ha sacudido la comunidad de YouTube en Corea del Sur, generando debates sobre la ética y la responsabilidad de los creadores de contenido. Tzuyang, conocida por sus videos de mukbang y con más de 11 millones de suscriptores, había revelado previamente que fue víctima de violencia doméstica, lo que añadió más controversia al caso. La sentencia de Gujeyeok ha sido vista por muchos como un paso importante para combatir el ciberacoso y la extorsión en línea. Sin embargo, el caso no ha terminado, ya que Gujeyeok ha anunciado su intención de apelar la sentencia y ha presentado una contrademanda contra Tzuyang por falsa acusación.

Reacción pública y lecciones aprendidas

La reacción del público coreano ha sido mayoritariamente de apoyo a Tzuyang y de condena a las acciones de Gujeyeok. Muchos ven este caso como un ejemplo de los peligros que enfrentan las celebridades de internet y la necesidad de mayor protección legal contra el acoso y la extorsión en línea. El caso también ha generado discusiones sobre la responsabilidad de las plataformas de redes sociales en la prevención y manejo de este tipo de situaciones. Algunos expertos han señalado la necesidad de regulaciones más estrictas y educación sobre ética digital para los creadores de contenido. En general, este caso ha servido como una llamada de atención sobre los aspectos oscuros de la fama en internet y la importancia de mantener estándares éticos en la creación de contenido en línea.